¿El dinero da la felicidad? Esta es la pregunta que muchos españoles se pueden hacer y a la que los encuestados del CIS pueden dar una respuesta aproximada. Según los datos del barómetro de diciembre de 2016, los españoles de clase alta o media alta se consideran un poco más felices que los y las denominadas ‘obreros/as’ y la ‘vieja clase media’.
En una escala de 0 a 10 de felicidad, los encuestados considerados de ‘clase alta o media alta’ (profesionales y técnicos/as, directivos/as y cuadros medios) se ponen una nota de 7,8 de felicidad. Algo más que el 7,61 de las ‘nuevas clases medias’, los/as asalariados/as no manuales.
Los y las ‘obreros/as cualificados/as’ (trabajadores manuales cualificados/as, semicualificados/as, capataces/zas y artesanos/as ) sí rompen con la norma. Ellos/as se consideran más felices (7,47) que los/as empresarios/as, autónomos/as y agricultores/as, considerados la ‘vieja clase media’ (7,3).
Y son los obreros/as no cualificados/as (obreros/as de la industria y de los servicios, y jornaleros/as del campo) los que de todos los grupos se consideran menos felices (7,3).
Sin embargo, ninguno de los grupos de españoles se considera infeliz, ya que la media se sitúa en 7,55 sobre 10 de felicidad.
Si se acude a los datos arrojados por edad encontramos cierta armonía, como en el caso del estatus socioeconómico, pero con pequeñas variaciones. Los españoles más jóvenes se consideran los más felices (7,98) y los datos de felicidad van disminuyendo hacia los adultos de 45 a 54 años. Estos rompen la aparente relación inversa entre edad y felicidad, pues son ellos los que se consideran menos felices. Por contra, los de 55 a 64 años se quedan en 7,35 y los de 65 y más años ascienden a 7,43 en la escala de 0 a 10 de felicidad.
Entre hombres y mujeres no hay especial variación. La nota media de felicidad que se ponen los hombres es de 7,56. Una cifra ligeramente mayor al 7,53 de las mujeres.
Por tanto, se puede concluir que, según los datos de la encuesta del CIS de diciembre de 2016, los españoles se consideran notablemente felices y con ligeras variaciones según su estatus socioeconómico.